La postproducción de sonido es donde la magia realmente sucede. Es el momento en el que los elementos sonoros captados durante la producción cobran vida, se refinan y se transforman en un diseño sonoro que potencia cada imagen, cada emoción y cada historia. Para mí, la postproducción no es solo un trabajo técnico, es una forma de arte que requiere sensibilidad, precisión y creatividad.
A lo largo de mi carrera, he trabajado en las distintas etapas de la postproducción de sonido, desde la edición y limpieza de diálogos hasta la creación de paisajes sonoros complejos y envolventes.